Conócenos

EN QUE CREEMOS

Hay un Dios. Sólo un Dios, de hecho, y él es el Creador de todo. Estamos hechos a su imagen, lo que significa que somos como él en muchos aspectos, excepto que él es Dios y nosotros no lo somos. Él es amoroso y justo, y desea tener una relación personal con nosotros. Como individuos con libre albedrío, tenemos la libertad para responder positivamente a la relación que Dios ha iniciado con nosotros, o no.


Somos libres de elegir vivir fuera de la realidad que Dios tiene para nosotros, tal y como nos explica la Biblia. Dicho de otra manera, muchas de las decisiones que tomamos nos acercan a Dios o nos alejan de él. Es a la separación de Dios que llamamos pecado.


A pesar de todo, Dios nos sigue amando e invitando a venir a él.


De hecho, Dios nos ama tanto que envió a su único hijo, Jesús, a morir en la cruz para que el resto de nosotros podamos vivir. La consecuencia del pecado era la separación de Dios – la muerte espiritual–, hasta que vino Jesús y su muerte pagó la deuda de todos. Debido a ese amor, la invitación de Dios está esperando a todo aquel que quiera recibirla. Esto se llama Gracia.


En cuanto a nosotros, sólo tenemos que decidir si deseamos o no creer y recibir lo que Dios nos ofrece. Si decidimos creer, tenemos a nuestra disposición una nueva vida, la vida plena que puede empezar ahora y no terminar nunca.

HISTORIA

Las Iglesias Bautistas se conocen en España con este nombre durante la Reforma (siglo XVI). Se calcula que en 1559 había mil protestantes en Sevilla, otros mil en Valladolid, y un millar más en diferentes lugares de la península. Sin embargo, la fuerte represión de la Inquisición hizo que los evangélicos tuvieran que vivir en el ostracismo o en los “rincones” de nuestra patria.

En 1868, a partir de la revolución conocida como La Gloriosa, se produce la llamada “Segunda Reforma Protestante”. Comenzó una etapa de tolerancia religiosa a los no católicos. En este tiempo fue muy significativa la ayuda del estadounidense Guillermo Knapp (llegó a España en 1867 con 32 años de edad), misionero independiente. Existe un escrito de este misionero en que cuenta que en 1870, y tras una campaña de 7 meses, 1325 personas aceptaron la salvación que Cristo les ofrecía, entendiendo que su crucifixión era suficiente para ser perdonados y poder empezar una nueva vida (Romanos 6:23). El 10 de agosto se organizó la Primera Iglesia Bautista de Madrid. El pastor Manuel de Canencia sustituyó a Knapp en el pastorado de la Primera Iglesia Bautista de Madrid, pero murió al poco tiempo (1882), y la capilla se cerró.


Otro misionero estadounidense, Gustavo Teófilo Vickman, llegó a España en 1914. Al año siguiente, Vickman organizó lo que sería una vez más la Primera Iglesia Bautista de Madrid, con 26 personas recientemente convertidas y bautizadas. Más tarde, esta iglesia pasó de los sótanos de la Calle Lavapiés a la calle de General Lacy, lugar donde alquilaron un local hasta que se consiguió la compra del templo definitivo.


Nuestra Iglesia Bautista Emanuel surge en el seno de la Immanuel Baptist Church, constituida el 22 de octubre de 1961 para atender a la comunidad de habla inglesa de Madrid. A día de hoy, Immanuel Baptist Church congrega a personas de más de 35 naciones. La Iglesia Bautista Emanuel (IBE Madrid) nace en febrero de 2014, como punto de misión de Immanuel Baptist Church, para seguir alcanzando a la comunidad de habla española. En febrero de 2019, más de cien personas asistieron a su quinto aniversario.

PRINCIPIOS BAUTISTAS

I. LA ABSOLUTA SOBERANÍA DE JESUCRISTO

Este es el principio supremo en toda la experiencia cristiana. Envuelve a los creyentes totalmente y tiene dominio sobre otro cualquier aspecto de la fe y de la práctica. Jesucristo es el único que ha recibido la autoridad de Dios Padre y ha sido investido de soberanía, tanto en los cielos como en la tierra. Por ello tiene la preeminencia absoluta sobre todo lo creado. No hay otro nombre dado a los hombres. Jesucristo es el Señor.


II. LA SANTA BIBLIA, ÚNICA REGLA DE FE Y PRÁCTICA

Admitiendo a Jesucristo como el Señor y Maestro, es necesario tener la mejor información en cuanto a Su voluntad expresiva para llegar a ser buenos súbditos de Su reino. Cada creyente crece en gracia a medida que crece en conocimiento de Jesucristo. En la Palabra de Dios encuentra la fuente inagotable de inspiración cristiana. Es con ella donde examina su conciencia y donde forja su carácter y su personalidad.


III. EL ÉNFASIS DEL INDIVIDUO

La Palabra de Dios saca al individuo de toda conexión humana y lo pone en relación directa con Dios por Jesucristo, para luego volverlo a sus respectivos contactos sobre la tierra santo y útil. El Estado, iglesias, instituciones o personas, por respetable que sean deben ponerse a un lado para que el alma acuda directamente al llamado de dios. El Cristianismo, en su más prístina concepción, es la realización de la vida espiritual por un individuo por medio de la fe personal en Jesucristo, su único y suficiente Salvador.


IV. EL DERECHO AL LIBRE EXAMEN

Este es el camino adecuado para que los creyentes crezcan y sean responsables. La Santa Biblia es para el pueblo y éste puede y debe entenderla. La promesa del santo Espíritu que guía a toda verdad y recuerda los dichos de Jesucristo, está en pie, no para unos cuantos, no para una clase de gente, sino para todas las criaturas de la Tierra. Dios no hace acepción de personas.


V. ADMINISTRACIÓN ECLESIÁSTICA CONGREGACIONAL

Desde el punto de vista espiritual, todos los miembros de una iglesia tienen iguales prerrogativas, derechos y obligaciones. El ejercicio del gobierno por la congregación exige, por su naturaleza, conocimiento y sabiduría. No es

cristiano por la administración de una iglesia en la ignorancia sino en el saber. En la iglesia, los creyentes son los que gobiernan, por lo que es necesario que estos se instruyan y se ejerciten, poniendo sus dones a los pies de Jesucristo, único que puede ayudarles en las necesidades de gobierno y existencia.


VI. SEPARACIÓN DE IGLESIA Y ESTADO

La Iglesia de Jesucristo no necesita el sostenimiento del poder civil. Toda intervención en este sentido no es protección sino piedra de tropiezo para los fines cristianos. Tal cosa crea profesantes pero no creyentes. Solo las metas conseguidas por el evangelio y el amor de Jesucristo tienen la bendición de Dios. La iglesia debe ser sostenida y proyectada por los hombres y mujeres que han entronizado a Jesucristo en sus vidas, sin ningún otro compromiso.


VII. RESPETO A LA AUTORIDAD CIVIL

Los bautistas españoles son conscientes del respeto y obediencia debidos a las autoridades de la nación. Este acatamiento es compatible con la fe y principios proclamados. Entienden que deben dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César.


VIII. LIBERTAD RELIGIOSA

Deseamos y promovemos para todos los hombres la completa libertad religiosa. Estimamos que la tolerancia religiosa es mera concesión de gobernante, pero que la libertad religiosa es el don de Dios al hombre. Es su derecho más elevado y debe ser respetado. Nuestra actitud, en relación con la libertad religiosa, como ciudadanos y cristianos, es una actitud consecuente, edificante y digna.


IX. MAYORDOMÍA CRISTIANA

Las iglesias deben ser sostenida por sus propios miembros. La entrega generosa y gozosa de los diezmos y ofrendas como parte del culto a Dios es reconocer la soberanía del Creador sobre sus vidas. “De Dios e la Tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan”; por tanto, cada creyente debe ser un inteligente mayordomo de cuanto es y tiene. Los cristianos están llamados a rendir cuenta de su mayordomía a Dios, quien es dueño absoluto de todo.


X. EVANGELIZACIÓN DEL MUNDO

Cada creyente y cada iglesia deber tomar la responsabilidad de proclamar la salvación por Jesucristo en el mundo como si fuera único creyente o la única iglesia para hacerlo. Reprobamos el proselitismo, esto es, el conseguir adeptos por coacción de conciencias. Nos sentimos deudores de evangelizar, esto es, llevar el conocimiento de Jesucristo a toda criatura. Esto lo realizamos siempre, en todo tiempo y en todo lugar por la palabra y por la conducta de la vida cristiana. Comenzando en la familia, siguiendo en la vecindad, en la ciudad, en la patria y hasta el resto del mundo.


XI. AUTONOMÍA E INTERDEPENDENCIA DE LAS IGLESIAS

Las iglesias bautistas son locales y autónomas, sosteniéndose de sí mismas y expresándose de sí mismas. Ninguna está por encima ni por debajo de otra. Sin embargo, para conseguir las metas institucionales y promover la obra misionera, desarrollamos la interdependencia de las iglesias. Unidos fraternalmente y ofreciendo cada iglesia su cooperación voluntaria, se logran los fines propuestos a través de los organismos creados por la asociación de las iglesias en los planos regionales, nacionales y mundiales.


XII. UN CULTO ESPIRITUAL Y SENCILLO

Celebramos el culto a Dios en armonía con la sencillez que se desprende del Nuevo Testamento procurando, dentro de tal sencillez, conseguir vitalidad, reverencia, dignidad y unidad en pro del máximo aprovechamiento espiritual y de una experiencia real en el culto cristiano.


XIII. COMUNICACIÓN CRISTIANA

Nos sentimos felices en vivir en buena vecindad con los hermanos de otras confesiones cristianas. Procuramos cultivar con ellos un glorioso y cristiano compañerismo. La unión espiritual y comunicación fraternal de todos los verdaderos creyentes en Cristo es ya una bendita realidad. Tal unión y tal comunicación es más íntima y persistente que la que resulta de todas las fórmulas y combinaciones eclesiásticas. Nos sentimos hermanos de todo aquel que acepta en su vida a Jesucristo como Señor y Salvador.

LA IGLESIA ES

La iglesia es…

…COMUNIDAD PROFÉTICA

Ser una comunidad profética es responder a la injusticia y unirse para la acción, estableciendo el reinado de Dios en la tierra. Imitar a Jesús al confrontar el mal, la injusticia y la hipocresía. Retar conceptos mundanos de poder, riqueza, status y seguridad.


…COMUNIDAD INCLUSIVA

Ser inclusivo tiene que ver con el reconocimiento y celebración de la diversidad en la iglesia; cada uno de nosotros es único. Seguir a Jesús al trascender barreras de género, idioma, raza, clase, edad y cultura, identificándose con aquellos que son rechazados, desposeídos y sin poder.


…COMUNIDAD SACRIFICIAL

Ser sacrificial requiere acción, siguiendo el ejemplo de la vida y muerte de Jesús. Seguir a Jesús aceptando vulnerabilidad y la necesidad de sacrificio, reflejando la naturaleza generosa y engendradora de vida de Dios.


…COMUNIDAD MISIONERA

Llevando las maravillosas nuevas de Dios a nuestras comunidades, escuelas, lugares de trabajo, a donde sea. Algunos tienen el llamado a las misiones extranjeras. Todos tenemos el llamado a la misión diaria de la vida. Seguir a Jesús demostrando en palabras y hechos el perdón de Dios y su amor restaurador; invitando a la gente a experimentar el amor de Dios por ellos mismos.


…COMUNIDAD ADORADORA

Adorar no es tan sólo lo que haces los domingos. Es vivir cada momento para Dios, llevando a Dios a todo lugar contigo y dejando que Dios hable a tus situaciones. Seguir a Jesús es engancharse a la adoración y la oración que inspiran y llenan todo lo que somos y hacemos. Explorar y expresar lo que significa vivir juntos como pueblo de Dios, obedeciendo su Palabra y siguiendo a Cristo en la totalidad de nuestra vida diaria.